ESCUELA ABIERTA

El 12 de julio tuvimos excursión con la escuela abierta.

Juego: no tirarlos bolos siguiendo las indicaciones del equipo

La escuela abierta es uno de los proyectos de la parroquia, y se trata de hacer que niños y niñas de entre 8 y 13 años aproximadamente estén entretenidos por las tardes, y tengan apoyo en sus tareas de la escuela, ya que esta edad es un momento peliagudo por aquí, por el tema de violencia juvenil… La idea de la escuela abierta es genial, pero…nos hemos topado con un problema: la mala organización. Como ya veis voy a tratar de ser lo mas sincera posible en este blog, a pesar de que pueda leerlo cualquiera. 

Bueno, nos hemos organanizado de tal manera que cada día de 2 a 5 estemos dos de nosotras (de Maialen, Amaia, Edurne y yo) en la escuela abierta. Comenzamos con muchos ánimos, e incluso traté de montar un grupo de baile…aunque pronto me di cuenta de que la idea no funcionaba porque el tipo de baile que me pedían era “perreo, seño, perreooooo” y ¿qué les voy a enseñar yo? ¡Si ell@s ya son expert@s! Además, cada día vienen unos…nunca están los mismos y no aguantan mucho rato con lo mismo… Así que decidí llevar la música que ellos me dijeron que me bajase y bailotear un rato, en vez de hacer clases de danza como tal.

Bueno y eso, que lo malo de este proyecto es que no se programa lo que va se va a tratar a día siguiente, y eso a nosotras nos desespera bastante, porque hay días que nos hemos llegado a sentir como chavalas que simplemente hacían la manualidad prevista y no como educadoras. Hemos llevado a la práctica juegos, y la verdad es que los chavales/as responden bien, pero cuesta organizarlos ya que no están acostumbrados a que se les dirija (a pesar de que se trate de un juego divertido, que cuando lo acaban pillando les encanta).

Mítica carrera de sacos

Y el día de la excursión al parque de la familia, pues ocurrió algo parecido… a Edurne y a Amaia les tocó preparar unos juegos para una gymkhana, algo así como una competición de equipos (¿veis?... la idea es buena) y al llegar, entre una cosa y otra, de 10 juegos preparados solo se hicieron 3, no estaban los materiales para todos, y las 2 monitoras que trabajan en el proyecto habían preparado unos muy parecidos. Es decir, trabajo en equipo CERO. Y es el principal fallo entre las que organizan la escuela abierta, que trabajan por separado sin saber lo que prepara la otra. Y nosotras, ahí en medio hacemos lo que buenamente podemos (obviamente no nos creemos quien para andar diciendo como tienen que trabajar…). A pesar de todo, la tarde fue muy divertida, y los chavales se lo pasaron en grande, así que he de decir, que las cosas más o menos van saliendo a flote.

Fuimos en un microbús, 30 personas (nosotras 4 y todo lo demás niños/as) ¿Qué como cupimos? Pues ya os voy a poner una foto para que os hagáis una idea… sin respirar para no acabar el oxigeno.

Dentro el microbús, los 30

La verdad es que son bien majos todos ellos, y hay que tener en cuenta que están en una edad complicadilla (y más aquí, como os digo por el tema de entrar a pandillas…), añadiendo algunas situaciones personales no muy favorables.

Juego: pasar el agua de vaso en vaso con la boca, manteniendo
 la máxima posible. Mi cara todo un poema jajaja

Por lo demás, el día a día en la escuela abierta va mejorando porque ya les vamos conociendo mejor, y además estamos tratando con ellos temas de formación como es el caso de “la sexualidad” en la cual están participando. Hicimos un buzón en el que podían escribir sus dudas y así vamos contestándoselas, y es que tiene tal desinformación al ser un tema tabú, que como todo preadolescente, necesita entender esas dudas.

Ya os iré contando si vamos consiguiendo organizar un poco mejor el programa, para que no sea llegar e improvisar… ¡a ver que pasa!